Cascó un
huevo contra el borde del plato y dejo que el contenido se escurriera. La clara
colgó de la cascara sin caerse del todo y echo mano de otro huevo repitiendo la
operación y así media docena de veces más. A continuación mezclo las papas
cortadas con los huevos revueltos. Algo de cascara tendría pero a papas y
huevos no le iba a ganar nadie.
Estaba muy
nerviosa, tenía que darse prisa pues el
tiempo era limitado. Y no era por el premio, al menos no por ese,( que era una porquería). Ella esperaba
conseguir otro mejor…
-¿no
deberías haber frito las patatas antes de mezclarlas?- rio Helena, que a su lado hacia otra tortilla para el
concurso.
-es una
receta nueva –contesto Marta, que hasta
entonces no había advertido ese ¨pequeño¨ error. (Toma agilidad mental) –pensó-.
Su relación
a ojos de todos era magnifica, -un ejemplo a seguir- solían decir-. Nada más
lejos de la realidad.
Desde que su
marido la abandonara por aquel pendón,
que además era más joven que ella, había
desempeñado el papel de ex esposa moderna y comprensiva, albergando la
esperanza de que llegara el momento de la venganza. Quizá fuese este, si no… sabría esperar. Además al enemigo mejor
tenerlo cerca… por lo que pudiera pasar.
El jurado
empezó la degustación. El gordo de la esquina tomo una porción de la tortilla
de Marta e hizo un gesto de desagrado a sus compañeros que todos interpretaron
acertadamente como: ¨ no se puede comer¨. Así que la dejaron a un lado. Este
era su momento, ahora o nunca. Todos estaban expectantes por el premio, nadie
reparaba en ella. Vertió parte del contenido del frasquito que extraído del bolsillo
disimuladamente, guardaba en la palma de la mano. Le pareció poco y acabo
echando todo sobre un pequeño trozo que ofreció a su rival.
-Está claro
que en esto también eres la mejor-musito fingiendo decepción-
Al menos ¿la
probarás?.
-Quita, quita…así
estará.
-Anda…–
insistió con una expresión mitad suplicante mitad mimosa- Me lo debes, como
dijo no sé quién: el buen triunfador no humilla al vencido, lo reconforta-
-trae, pero
solo un poco ¿he? Y… ¡ no me molestes mas ¡ ¡ Por Dios Marta¡, no he probado
nada peor en mi vida. –Grito, para dejarla claramente en evidencia-.
“no lo sabes
tú bien “se dijo para sus adentros intentando disimular su satisfacción.
A la mañana
siguiente en todo el pueblo no se hablaba de otra cosa que del espectáculo
ofrecido por una jovencita en el concurso anual gastronómico. Ya que el
periódico local, a falta de algo más interesante, lo aireo en el dominical con
material grafico incluido.
- Parece que se encontró indispuesta,-
comentaba el periodista- y como seria el apretón que antes de llegar al baño se le aflojaron
los esfínteres ante las atónitas miradas
de los allí presentes. En su huida -prosiguió-derribo la mesa del jurado dando
lugar a que las viandas que en ella se encontraban fueran a caer sobre el
liquido elemento ,que momentos antes desaguara la desdichada, lo que dejo a
todos con la boca abierta más que por asombroso, que también, por lo repulsivo de la escena. Y por si fuera
poco el violentado marido al ir tras
ella resbaló cayendo de bruces sobre lo anteriormente mencionado.
-¡A esos no
se les vuelve a ver por aquí¡ -sentenciaron las comadres entre carcajadas-.
-La que lo
va a sentir va a ser Marta afirmo una de ellas, las demás asintieron… ¡estaban
tan unidas¡
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