13 de marzo de 2014

EL DOCTOR ALEJO MURIO ASESINADO. Maria del Mar Alvarez


El Dr. Alejo murió asesinado, indudablemente murió estrangulado.
Esta es la crónica de una muerte anunciada. El Dr. era conocido por todo el mundo cómo un hombre serio y muy respetado en su profesión, la de médico forense. Sin embargo tenía una faceta desconocida por todos: la de un ser perverso y sin escrúpulos capaz de llevar a cabo la mayor de las locuras con tal de satisfacer su propio ego.
Se dedicaba al tráfico de órganos, su cómplice era una de las personas más influyentes de la ciudad, el juez Narváez, otro ser corrupto y narcisista, conocido en todos los garitos por su gran adicción al alcohol.
Era el encubridor de todas las artimañas del Dr., claro, siempre y cuando sacara partido de éstas, sus dotes de persuasión eran inagotables.
Un mes antes se produjo un accidente de tráfico en el cual falleció un hombre de mediana edad, murió en el acto.
El juez acudió a presenciar el levantamiento del cadáver junto a su colega el Dr. Alejo, que ya tenía preparado todo lo necesario para llevarse el cuerpo  al tanatorio y allí hacer la extracción del corazón para enviarlo rápidamente a un cliente dispuesto a pagar una fortuna por un trasplante que le salvara la vida.
Este era un viejo y repugnante pederasta que había amasado su fortuna siendo el líder de una red de pornografía infantil.
El Dr. y su falta de escrúpulos le brindaban una segunda oportunidad de vivir a este ser despreciable.
Pero el juez, arrastraba un oscuro pasado que daba lugar a su carácter déspota y amargado, había sido víctima de abusos sexuales en su niñez y juzgó en su día a éste individuo, tuvo que visionar fotografías donde se cometían verdaderas aberraciones que removieron aún más si cabe su destructivo pasado. Sufrió la impotencia de no poder encarcelarlo por falta de pruebas.

Enloqueció al ver que había sido partícipe de éste gran despropósito y sin dudarlo un momento pagó a un sicario para que fuese al hospital donde acababan de intervenir de un trasplante  de corazón a este monstruo ,y lo desconectara de los aparatos que le mantenían vivo. Seguidamente sin demora, bajó al desván y cogió una soga. Con ella en la mano partió hacia la casa del Dr. Alejo….

No hay comentarios:

Publicar un comentario