10 de octubre de 2010

LA VIDA. Victoria Segura

No se por qué razón se me quedó grabada aquella escena que no tenia nada de extraordinario. Era un día cualquiera como otros tantos, yo había salido con mi hija Consuelo, de ocho años, a dar un paseo por el campo, guisas porque a mi marido cuando venia del trabajo había estado a punto de tener un accidente con el coche pero afortunadamente no le paso nada, comprendiendo esto de que realmente nos puede cambiar la vida en unos minutos o segundos me hace pensar de que la vida hay que vivir el momento el día a día ,como necesitaba tranquilizarme por lo que a mi marido había estado a punto de sucederle me fui a dar una vuelta por el campo puesto que vivimos cerca ,mientras mi marido se quedaba en la casa con las niñas, porque a el no se le apetecía salir y además mi otra hija Carmen de seis años se avía quedado dormida, cuando me disponía a salir mi hija consuelo me dijo ¿mama puedo ir contigo porque Carmen esta dormida y no puedo jugar con ella? Claro hija le conteste yo, y nos fuimos las dos a dar el paseo , disfrutando del día tan soleado, por allí cerca pasa un riachuelo aunque no lleva mucho caudal porque es verano, pero los árboles que están junto al rió dan sombras y hace que en la ribera se este agradable y fresquito, mi hija y yo nos sentamos en una piedra junto al río, mientras mi hija cojia flores yo miraba el fluir del agua y sentí mucha paz, estaba tan concentrada que mi hija me tubo que llamar varias beses para decirme que había cogido amapolas y se las quería llevar al padre y a la hermana, nos disponía a irnos cuando vimos a mi hija Carmen corriendo para nosotras y detrás mi marido, me dijo como la niña se despertó pregunto por nosotras decidió venir a buscarnos, y como no aviamos comido todavía nos tragos unos bocadillos y nos quedamos un rato mas tarde disfrutando del día que a todos nos vinos muy bien

No hay comentarios:

Publicar un comentario