21 de octubre de 2010

El arma Caridad Leiva

¨El joven Ernesto, empuñando una pistola, se presentó en casa del hombre que le había arruinado:¨ Don Francisco…el cual le dijo- te voy a decir una cosa ¿te la imaginas?- ¡no¡ ni por asomo- ¡no quiero que veas más a mi hija¡- me lo arrebata todo¡ hasta lo más importante en mi vida! -esa es mi idea si te dejo sin la herencia de tu padre a ver cómo remontas tu vida para ser merecedor de mi preciado tesoro. Suena un disparo¡ ¡pann- ah ah ah¡.

No hay comentarios:

Publicar un comentario