21 de octubre de 2010

NO GANO PARA SUSTOS. ELENA JARQUE


-La anciana doña Braulia, apoyada en su bastón se presentó en la casa de la mujer que le había salvado la vida.

Allí sentada en el salón, esperando a que llegara Magi, observó que era una familia numerosa, pues en la mesa había un cuadro con muchos niños Magi y su marido.

Parecía que estaban bien situados por lo que había visto, la casa era grande y muy bien decorada, y además tenía sirvienta.

De pronto se escucho un alboroto en la cocina, gritos y golpes, los niños salieron corriendo, y cuando me vieron me dicen

_tiene que salir al jardín, pues hay una rata.

Yo, como pude ande todo lo deprisa que pude, cuando se me cruzo uno de los pequeños y me caí, todavía se formo mas alboroto, los niños llorando, Magi gritando, cuando me vio Allis patas arriba y preguntando

_esta usted bien, que degusto

_sí, no se preocupe, un tropezón de nada

_salgamos al jardín, estaremos mas tranquila.

Ya en el jardín fuera de los gritos nos sentamos y me dijo

_como esta doña Braulia, a que debemos su visita.

_vengo a agradecerle lo que hizo por mi, y le traía unos huevos de mis gallina, pero la verdad, no creo que estén vivo, pues con la caída seguro que se han roto.

_bueno lo importante es que este bien.

De pronto salio el marido, diciendo

_A sido una falsa alarma no era una rata, sino un hurón.

Y salía con el en los brazos.

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